Sobre este blog...

Tomo una palabra, una imagen, una idea y en minuto mi creatividad vuela. Mis manos se mueven solas sobre el teclado. Como pianista acelerado. Mis palabras, sólo traducen lo que mi mente crea. La única forma de avanzar, es haciendo. La mejor forma para mi de expresarme es escribiendo.

Artista

miércoles, 27 de febrero de 2008

Intoxicación


Con frecuencia nombro una frase en distintos momentos: Lo mejor es tener siempre la mirada positiva. Así como ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Lo Cual nada tiene que ver con la Felicidad. Pero si uno esta sobre el polo positivo de los hechos, puede atraer hacia sí consecuencias positivas, alegres, buenas, sanas. Que pueden ser definidas como instantes de felicidad. Instantes donde gozamos y nos “intoxicamos de felicidad”.¿Pero qué puede decirse sobre la felicidad sin cortes en el tiempo, sobre lo trágica que a veces resulta la realidad, la imposibilidad que vemos de enfrentarla, de creer que aquello realmente esta sucediendo o es pura ilusión...?
Si entendemos por tóxico: (sustancia) venenosa o que produce efectos nocivos sobre el organismo. Por ende, intoxicarse es ingerir dichas sustancias.
Es decir que el tema de intoxicarse con felicidad no lo llamo intoxicación, porque la intoxicación es algo malo y la felicidad algo bueno. Por ende no pueden relacionarse. Y por otro lado... ¿Qué importa pensar si es real o no real? Esta ahí.. frente o sobre nosotros, hay que disfrutar el instante de segundo que dure y nada más. Después las cosas siguen su curso. Y con esto no quiero decir que debemos vivir el presente sin pensar en lo que puede suceder. Sino sólo digo disfrutar la sensación del momento.
Es claro que la felicidad sin pausa no es posible. Ello implicaría una cantidad de sobreexcites y adrenalina sin consumación. Y al fin y al cabo, es mejor. Porque... ¿qué es lo que hace de especial un buen momento? Eso mismo, saber que enseguida se va a evaporar y queda solo el recuerdo... Y la espera de algo que vendrá. Lo mismo pasa con las tristezas... Todo tiene que equilibrarse, si la tristeza dura un determinado lapso de tiempo, de pico, entonces la felicidad tiene que durar lo mismo. Y eso es, en cuestión, lo que nos hace sentir vivos. Las emociones, la adrenalina, las lágrimas... ¿El alcohol? En cantidades muy pequeñas, el alcohol puede ayudar a que una persona se sienta más relajada o menos ansiosa. Una mayor cantidad de alcohol provoca cambios más grandes en el cerebro y produce una intoxicación. El alcohol es un depresivo. Hace más lento el funcionamiento del sistema nervioso central. Bloquea algunos de los mensajes que intentan llegar al cerebro. Esto altera las percepciones, las emociones, los movimientos, la vista y el oído de una persona. Por ende, puede dar felicidad en un minuto, pero al fin y al cabo va a producir una tristeza. Si comparamos con lo anterior mencionado, no estaría mal, todo tiene que estar en equilibro. Pero la diferencia es que la llamada “resaca” es la señal de que nos estamos dañando el cuerpo, aniquilándonos a nosotros mismos.
Con respecto a otras drogas, ocultan los sentimientos y los problemas. Cuando desaparecen los efectos de las drogas, permanecen los sentimientos y los problemas o empeoran. Las drogas pueden arruinar todos los aspectos de la vida de una persona. Todo puede llegar a ser una droga si la persona se hace adicta. Pero hay compuestos químicos que son mas adictivos que otros.
Con todo esto, no quiero decir más que a pesar de que la felicidad sin cortes no puede ser posible, el hecho de recurrir a mecanismos de intoxicación demuestran que algo en el fondo de todo; felicidad o tristezas momentáneas, no anda bien. Es decir, ¿si los hechos naturales de la vida nos brindan por si solos momentos de alegrías y tristezas, porque buscarlos con cosas que nos lastiman? Eso significa que no estamos bien con nosotros mismos totalmente y buscamos justamente, hacernos daño, pero sin que se note, ya que sufrir no nos gusta. En cambio, cuando uno deja que la vida fluya y aceptar lo que traiga la marea con una visión desde un interior sano, fuerte, positivo, aceptado, las cosas son distintas. Acá es donde se puede pensar en una felicidad sin pausas... en la forma, en la medida que nos tomamos las cosas, y nos dejamos llevar. Cuando luego de las emociones y tristezas naturales, el volver al estado de reposo no nos lastima. Si uno está conforme y seguro consigo mismo, las tristezas nos golpean desde otro lado... Y también la felicidad. Sin tener que mencionar la intoxicación.

27/02/08

M. Belén Ferrer

3 comentarios:

Anónimo dijo...

sos la cosa mas hermosa!!!!!!

Bely-K dijo...

Hola tocalla (en Mexico se les dice asi a quienes se llaman igual que uno) pase a visitar tu blog, Yo me llamo Maria Belen Avila Ferrer. Extraño no?? bueno, me gustaron algunas cosas de lo que he leido, te invito a pasar al blog mio, aunque quiza no entiendas mucho, a¡son chistes locales y juegos de palabras que practicamente solo entienden algunos de mis amigos de la uni.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

Buscador