Sobre este blog...

Tomo una palabra, una imagen, una idea y en minuto mi creatividad vuela. Mis manos se mueven solas sobre el teclado. Como pianista acelerado. Mis palabras, sólo traducen lo que mi mente crea. La única forma de avanzar, es haciendo. La mejor forma para mi de expresarme es escribiendo.

Artista

sábado, 28 de febrero de 2015

Mi Casa

        Cuando me fui de la casa de mi papá para regresar donde viví toda mi vida, creí que esos días de despertar a las 6 am para atravesar el pasillo helado hacia la ducha y luego armar el desayuno antes de que todos despierten para ir al colegio no terminarían, que volverían. Cuando quisiera nuevamente en primavera sentarme a leer bajo un árbol o escuchar Los Beatles un día de lluvia oliendo el rico aroma del pasto mojado. Creía sin dudarlo, que siempre iba a tener mi espacio. Pero no. La habitación luego de unos años quedo sin una huella de mí. Sólo llena de polvo y recuerdos de tiempos pasados... Es simplemente que las cosas deben seguir su curso, porque el tiempo no puede esperar.

  La casa de mi mamá en cambio la pensaba eterna. Era donde había nacido, donde cruzaba en triciclo del living a la habitación de mis padres, donde papá y mamá estaban juntos y jugábamos al "kiosco" en las tardes de lluvia junto a mis hermanas con dos reposeras y una mesa encima de otra. Aunque transformada mil veces; con cantero, sin cantero, con cochera, con segundo piso, blanca, amarilla o bordó, con pared o puerta... Era siempre la misma casa. La casa donde compartí habitación con mis hermanas, jugando al SEGA comiendo galletitas con mayonesa y hasta incluso viendo entrar a un primer novio en mi vida. Y hasta en el último tiempo siendo solo mamá y yo aprendí lo que es aferrarse tanto a una mascota, chula, por los tiempos en soledad.
  Pensaba otra vez absurdamente, que siempre iba a estar ahí para acogerme. Pero nuevamente me equivoqué el día que decidí dejar La Plata y mudarme a Capital... Pareciera que las distancias crecen con uno. Fui la última de las tres en cerrar la puerta, aunque esperaba dejarla sólo entornada. Una vez escuché en una canción.... "siempre que lo desees puedes volver a casa". Pero hoy, al ver mi adolescencia y mi infancia, mis mejores recuerdos y los más tristes en cajas... Mi habitación que ya no es mi habitación... Entiendo que otra vez estaba equivocada. Que la puerta no quedó entornada, se cerró tras de mi sin darme cuenta. Dejando atrás una gran etapa de mi vida que ya no volverá, comenzando a entender que mi hogar ahora, es el que yo misma construyo día a día. Y que esa canción no era mentira. Siempre que se desee se puede regresar a casa. Una casa virtual, la del corazón.


 20/02/2015
M. Belén  Ferrer


http://belenferrer.blogspot.com.ar/

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