Dejamos atrás algo de nosotros mismos al irnos de un lugar.
Permanencemos ahí, a pesar de habernos ido. Y hay cosas en nosotros que
sólo podemos encontrar de nuevo cuando regresamos allí. Viajamos hacia
nosotros mismos yendo a un lugar donde vivimos parte de nuestra vida,
sin importar lo breve que haya sido. Pero para viajar a nosotros mismos,
debemos confrontar a nuestra propia soledad. ¿Y no es que todo lo que
hacemos es por miedo a la soledad? ¿No es por eso que renunciamo
s a todo eso por lo que nos arrepentiremos al final de nuestras vidas? ...
¿Es, en última instancia, una cuestión de auto imagen lo que determina
la idea que nos formamos de lo que hemos logrado y experimentado para
que podamos aprobar la vida en que vivimos? Si este es el caso, el miedo
a la muerte podría describirse como el miedo de no ser capaces de no
llegar a ser lo que habíamos planeado.
Si nos encontramos con la certeza
de que esa plenitud nunca se concretará, de repente dejamos de saber
cómo vivir el tiempo que ya no podrá ser parte de una vida plena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario