
Desde un bar de Montevideo, con un Fernet o quizá dos. Esperando un colectivo en la terminal cuando el destino decía: "avión". Un vuelo que se perdió y un cielo que se ganó. De repente te toca el hombro un Ángel y te das cuenta que no estás solo. Nunca estás solo y para todo, absolutamente todo, hay una solución. Sólo se necesita algunos requisitos para poder entender. Para ver y no desesperar, sino más bien esperar... A que el cpu que es nuestra cabeza procese, salga del estado de crisis, de angustia y comience a sorprender con múltiples soluciones posibles que nos llevan a volar más alto aún que a donde nos llevaba el primer vuelo inicial.
Sólo algunos requisitos: apertura mental,
coraje, valentía y sobre todo confianza en uno mismo. Entonces... El avión
despega hacia la atmósfera.
Porque "No hay salida" es para los
depresivos, "no puedo" es para los miedosos y las excusas son para
los fracasados.
(Montevideo, terminal tres cruces, bar "La
Flemma". Increíble omelette, un día cualquiera en el tiempo del mundo)
23-06-2017
Belén Ferrer
Belén Ferrer
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