
Estar solo lleno de amor y seguros de nosotros mismos. Es un estado de paz interior que no puede compararse con otro sentimiento.
Es el placer de llegar a casa y beber una copa de vino con nuestra alma, brindar a la salud de las metas y los sueños propios.
Cuando uno está solo y en armonía, la vida se vuelve mucho más sabrosa. Hay un sinfín de caminos que recorrer sin necesidad de pedir el permiso de nadie más que de uno mismo. Darse la oportunidad de arriesgarse, de decir "sí" o de decir "no" sin límite alguno.
El ser humano está hecho de una sustancia que es amor. Y el amor desborda por todos los poros cuando uno es sano y puro.
Solo por el mundo uno se vuelve observador. Alerta, porque posee el escudo y la espada al mismo tiempo. Se vuelve atento a todo y a todos a su alrededor.
Estar solos y llenos de amor es estar pleno con nosotros mismos. Es conectar desde lo más profundo de nuestro ser con nuestra esencia. Abrazar nuestra alma. Y dar. Dar amor a los que nos rodean, conectar con cada ser y sentir pertenencia y reciprocidad. Es... Libertad. Amar a todos y Amarnos a nosotros mismos. No rendir cuentas. No esperar. Es yo por mí. Es hoy y aquí. Es yo conmigo. Es todos conmigo. Estar solo... No es sinónimo de soledad. Estar solo es estar conectado con el todo, es crecer en lo espiritual.
M. Belen Ferrer.
27-10-2016
27-10-2016