Sumando años…

 El camino  sigue su destino hacia delante. Hoy son veinticinco, una edad de replantes para la mayoría. Van quedando migajas de adolescencia, y diariamente va floreciendo más la adultez… aunque también me siento cada día más niña.

Disfruto reírme a  dolor de costillas por un chiste tonto, bailar sola, inventarme historias; como también hundirme en un libro bajo un árbol.  Me relajo desayunando  la mañana de un sábado, de ser verano escuchando a lo pájaros. Pasar una tarde entre familia o amigos. Me gusta cocinar, más si es con Enya oyéndose a la distancia, algo que aprendí de un viaje.

A su vez, entiendo progresivamente las cosas naturales de la vida, logrando un entendimiento con mi entorno y con las personas . Si, por supuesto que no dejo de preocuparme por pequeñeces o cosas sin importancia, pero saco provecho de tener una mente cada día más amplia por las experiencias. Me gusta  poder decir en muchas ocasiones: “ya va a pasar”, “no es para tanto”. No es una reacción conformista sino que la creo sabia.

A veces pienso en las discusiones, tristezas, preocupaciones y ansiedad que quizá podría haber evitado haciendo de ese minuto de vida algo único. No es  arrepentimiento, sino aprendizaje.

No sabemos cuanto tiempo estaremos, pero podemos hacer de cada segundo un momento inolvidable. Y quiero sumar en este camino todo lo que esté a mi alcance sin perder detalles; música, risas, viajes, olores, sabores, amaneceres.

Por instantes vienen a mi memoria recuerdo de etapas pasadas, y observando lo feliz que fui, lo recuerdo con picazón en la nariz. De saber que la vida no va para atrás y un instante es tan corto y fugaz. Eso es lo que somos y ese instante, fracción de segundo, es la vida. Tomar verdadera y profunda conciencia sobre esto es lograr vivir feliz...

M. Belén Ferrer 

Febrero 2012